- 1 kg de níscalos
- 2 dientes de ajo
- Vino blanco
- Perejil
- 350 ml de leche o nata
- 1 nuez de mantequilla
- Aceite de oliva
- Sal
Limpiar los níscalos concienzudamente bajo el agua corriente, raspándolos si fuera necesario.
Escurrirlos, eliminar los tallos y picarlos en juliana o en daditos.
Sofreír los ajos picados en aceite, añadir los níscalos, rehogar, añadir el vino y dejar evaporar.
Salar y añadir la leche o nata y cocinar hasta que alcance una textura cremosa.
Lavar y picar el perejil, añadirlo al guiso, remover, corregir de sal y reservar caliente.
Pasarlo a tarros de cristal esterilizados.
Cerrar un poco y dar unos golpecitos para que salgan todas las burbujas.
Cerrarlos completamente y darles la vuelta, dejarlos enfriar y meterlos en el frigorífico.
Se puede conservar de 20 a 25 días, o congelarlos.
Antes de emplearlos, cocinarlos unos minutos para espesar la salsa.
J. M. Occhi - 2013 · 2018|