- 80 calçots
- Aceite de oliva
- Salvitxada ver recetar
Lavar bien los calçots quitando las primeras capas tirando de ellas y cortar las raíces y las puntas.
Volverlos a lavar con abundante agua para que queden sin tierra.
Forrar la bandeja del horno con papel aluminio.
Colocar los calçots uno al lado del otro y rociarlos con aceite.
Cuando se van dorando y soltando sus jugos, abrir el horno y apretarlos con una cuchara de madera.
Transcurridos unos minutos darles la vuelta, añadiendo más aceite si es necesario.
Cuando estén suaves, sacarlos y colocarlos en una bandeja y mantenerlos tapados y calientes.
Cocinar el resto de la misma manera.
Poner la salsa en el plato, mojar el calçot en ella, morder y tirar de él para comer solo el interior.
J. M. Occhi - 16 · Noviembre - 2017