Dado que las verduras en conservas llevan aditivos para su conservación, lavarlas bien y cocerlas algo más hasta conseguir la textura deseada, escurrir y reservar. Pelar y cortar en juliana la cebolla si es muy grande poner la deseada. Pelar los ajos y filetearlos, pochar la cebolla y los ajos en aceite. Una vez pochado incorporar los taquitos de beicon y rehogar. Incorporar los tomatitos lavado y partidos en cuatro y volver a rehogar. Finalmente añadimos el cardo y rehogamos unos minutos, servir caliente.
J. M. Occhi - 22 - Agosto - 2024
Cardo
Los primeros indicios de la existencia del cardo se encontraron en Etiopía y Egipto. Plinio, en el tratado de Historia Natural, ya catalogaba al cardo como una de las hortalizas de más rica calidad de la época; en el siglo XVIII. El cardo se debe comer cocido: sólo la variedad el cardo blanco y el cardo rosado son aptos para comer crudos. Su sabor particularmente duro y amargo requiere que se someta a un blanqueamiento: las plantas, de hecho, se cultivan en ausencia de luz o, para algunas variedades, incluso se entierran, doblando la planta hacia los lados, hacia abajo y cubriéndola con tierra, permaneciendo así hasta el momento de su recolección. Para el cardo, la helada es esencial: después de una helada, en efecto, su consistencia se vuelve mejor y más tierna..
La tradición del cultivo de la Cebolla Fuentes de Ebro se remonta al siglo XI, ya lo largo de los años, los conocimientos sobre su cultivo se han transmitido de generación en generación. Desde finales del siglo XX, los productores de Cebolla Fuentes de Ebro, en colaboración con instituciones y centros de investigación, han trabajado para lograr el reconocimiento de la singularidad y calidad diferenciada de esta cebolla única. Se caracteriza por su color blanco-paja externa, capas internas blancas y textura tierna, crocante y jugosa debido a su alto contenido en agua. Es suave, digestivo, con escaso picor y ausencia o leve retrogusto en boca. Ideal para ensaladas y caramelizar sin añadir azúcar por su dulce natural..
Beicon o bacon
Es un producto cárnico que comprende la piel y las capas que se encuentran bajo la piel del cerdo, específicamente de los músculos ventrales (de ahí el nombre de «panceta»). Está compuesta de la piel, tocino (grasa o lardo) entreverado de carne magra (de ahí que también se denomine «tocino entreverado» o «tocino de veta»). Es también conocido como beicon, término derivado de la voz inglesa bacón, esta del francés bacón y esta del latín medieval baco, -onis, y usados en España para referirse a la panceta ahumada. La encontramos en pieza, lonchas o tiras.
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