- 1 bote de espárragos grandes
- 200 g de rúcula
- 1 o 2 endivias según tamaño
- 1 cebolleta grande
- 3 tomates de ensalada medianosa
- Aceite de oliva li>
- Vinagre
- Sal
Quitar las primeras hojas a la cebolleta y picarla en juliana.
Pelar el tomate y cortarlos en rodajas finas.
Limpiar y quitar la primera hoja a la endivia y picarla en juliana.
Abrir los espárragos y quitarle todo su líquido.
Preparar una emulsión de aceite y vinagre con sal.
Colocar las verduras para formar la bandera deseada y aliñar.
J. M. Occhi - 04 · Septiembre - 2022
La historia de la rúcula tiene orígenes ancestrales, de hecho, esta planta herbácea ya existía en la época del pueblo romano, quienes la utilizaban para darle un sabor más aromático a los platos que servían y degustaban y, además, creían que la rúcula podía también ser una sustancia afrodisíaca. Hoy en día es usada en muchos platos, ensaladas, salsa etc.
Para la preparación de platos con tomates para ensalada, solo se usan frutas maduras, no se usan marrones ni verdes. Los tomates se rebanan, se cortan en cubitos, en círculos o pajitas, se mezclan con otros ingredientes, especias y condimentos. La peculiaridad de los tomates frescos es que se combinan absolutamente con todos los productos: champiñones, carne, pescado, pollo, salchichas, verduras crudas y enlatadas, frijoles. Tampoco hay restricciones en la elección de las especias.
Cuenta la leyenda que el espárrago blanco fue "descubierto" por casualidad: en el siglo XVI hubo una terrible granizada por la que las puntas de los espárragos que salían de la tierra fueron destruidas y los agricultores tuvieron que consumir la parte que había quedado bajo tierra. y por lo tanto no había tomado el típico color verde..