- 360 g de pasta
- 1 cebolla
- 1 diente de ajo
- 15 a 20 hojas de albahaca
- Orégano
- 500 g de tomate triturado
- Queso Pecorino Romano rallado
- Agua para cocer
- Aceite de oliva
- Sal
Pelar, picar muy finos la cebolla y el ajo y sofreírlos en una cazuela con 3 o 4 cucharadas de aceite en frío.
Cuando la cebolla esté pochada, sin que se queme, añadir el tomate triturado, 125 g de agua, 10 o 15 hojas de albahaca lavadas y secas, el orégano, salar al gusto y comenzar la cocción.
Cuando empiece a hervir, tapar y bajar el fuego al mínimo, cocinar removiendo frecuentemente para que no se pegue durante una hora aproximadamente.
Destapar y continuar cociendo con la tapa un poco abierta y controlar de sal.
La salsa tiene que quedar entre cremosa y espesa.
Cocer la pasta en abundante agua con sal dejándola al dente y escurrirla.
Verter la pasta en una fuente honda, añadir la salsa y mezclar.
Servir con queso rallado por encima y hojas de albahaca rotas o picadas finas.
Poner un cuenco aparte con más queso rallado para servirse a voluntad.
J. M. Occhi - 2013 · 2018