• El hígado hoy en día no se consume como en tiempo de nuestras madres y abuelas, lo tomamos por las propiedades que tenían.
  • 500 g de filetes de hígado de ternera
  • 300 g de guisantes congelados
  • 2 dientes de ajo
  • aceite de oliva
  • Agua para cocer
  • Sal

Cocer en abundante agua con sal los guisantes, dejarlos al dente.

Escurrirlos reservando parte de su agua de cocción.

Salar los filetes, partirlos por la mitad y calentar la plancha.

Pasarlos a la plancha y cocinarlos por ambos lados.

Pelar y picar los ajos dorarlos en aceite.

Incorporar los guisante y rehogarlos.

Incorporar el hígado y cubrir con un poco del agua de cocción y dejar que se evapore.

Servir caliente.


J. M. Occhi - 17 · Noviembre - 2020

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Originario de Asia occidental y también cultivado por griegos y romanos, los guisantes en Europa se usaban solo como legumbres secas hasta la Edad Media. Luego empezaron a consumirse incluso frescos, pero durante mucho tiempo fueron considerados un manjar de lujo, del que se dice que hasta el Rey Sol era muy goloso. Hoy en día se compran mayoritariamente congelados o enlatados, en menor medida frescos desgranados o en sus vainas- Según la botánica son leguminosas, pero en la versión "fresca" se consideran comercialmente especies hortícolas, que maduran de primavera a verano. El fruto de la planta es una vaina, que puede contener de 2 a 10 semillas, redondas. Las variedades de semillas suaves, más ricas en almidón, recolectadas en su madurez completa cuando la planta se amarillea, se utilizan para los guisantes que se venden secos, generalmente descascarados, pelados, enteros o partidos en dos.