• Un buen aperitivo fresco para disfrutar de un ingrediente de casquería “los morros” pueden ser de ternera o cerdo estos son los segundos, disfrutaremos de la frescura de apio y lo gelatinoso de los morros, siento todo un plato frio.
  • Ingredientes para la receta:

  • 200 g de morros cocidos de cerdo, 2 ramas de apio blanco, 2 cebolletas pequeñas, 2 endibias, aceite de oliva, vinagre y sal.

  • Preparación y cocinar:

  • Lavar el apio, quitarle las hebras y picarlo en daditos. Pelar las cebolletas y picarlas en daditos. Retirar las primeras hojas de las endibias y con papel de cocina limpiarlas- Cortar parte de su tronco y picarlas en juliana mediana. Mezclar aceite, vinagre y sal y hacer una emulsión. Mezclar todos los ingredientes y aliñar con la emulsión. Servirlos fríos y acompañados de su correspondiente bebida.


    J. M. Occhi - 24 · Abril - 2023

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    Morros de cerdo Es un producto derivado del cerdo, con una textura cartilaginosa y sabrosura. Uno de los aperitivos más sabrosos y apreciados de la gastronomía española. Precocido, tierno y jugoso, se puede degustar frito o a la plancha, o bien acompañando otros ingredientes como habas con judías. Disponible en diferentes formatos ya cocido y troceado. Son servidos como tapas en muchos bares y tascas de la península


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    El apio Es una planta herbácea bienal que pertenece a la familia Apiaceae. El Apium graveolens se cultiva no solo como verdura por sus hojas, sino también por su raíz tuberosa, que se consume como leguminosa. El antepasado común del apio proviene de la cuenca mediterránea, más precisamente de las marismas que bordean el Mediterráneo. En la antigüedad, la planta se conocía como Selenon o planta de la luna, siendo Selene entonces la diosa griega de esta estrella. Hoy se cultivan tres variedades principales. Apium graveolens var. graveolens, el Apium graveolens var. rapaceum o apio nabo.


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    La endibia O Cichorium, es un tipo de ensalada amarga, que a menudo se intercambia con achicoria. La endivia nació en 1850, gracias a un experimento puramente aleatorio querido por el jardinero Bréziers. El jardinero jefe de la Sociedad de Horticultura de Bruselas intentó cultivar achicoria en las cuevas donde normalmente se cultivaban las setas Champignons. De los manojos atados y cultivados en la oscuridad, creció la lechuga de hojas claras y forma alargada. Treinta años después del experimento de Bréziers, la ensalada belga crecía ahora de forma natural, por lo que Les Halles en París decidió ponerla en los puestos de frutas y verduras con el nombre que la conocemos hoy: escarola belga.