- 4 tomates medianos poco maduros
- 2 huevos
- Harina
- Aceite de oliva
- Sal
Lavar, secar los tomates y quitarles la parte que les unía al tallo.
Córtalos en rodajas de 4 cm de grosor.
Salarlos, rebozarlos en la harina y después sumergirlos en el huevo batido.
Calentar el aceite en una sartén honda y poner las rodajas sin que se junten.
Voltearlas una vez que estén doraditas y freírlas por el otro lado.
Colocarlas sobre papel absorbente.
Servirlo como acompañamiento o guarnición de platos de carne, pescado, huevos u hortalizas.
J. M. Occhi - 2013 · 2018