• Otro tipo de croqueta con ingredientes distintos de los clasicos. Ideales para tomarlas como aperitivo o un segundo plato
    • 3 patatas medianas
    • 3 morcillas pequeñas de cebolla y arroz
    • 1 huevo
    • Pan rallado con perejil y ajo
    • Aceite de girasol
    • Agua para la cocción
    • Sal

Cocer las patatas en abundante agua, dejarlas enfriar, pelarlas y pasarlas por el pasapuré.

Quitar la piel a las morcillas y deshacerlas.

Salar el puré, añadirle la morcilla y mezclar bien para que se junten todos los ingredientes.

Batir el huevo con un poco de sal.

Hacer unas croquetas de tamaño mediano.

Pasarlas por el huevo y el pan rallado.

Calentar el aceite en una sartén grande y freírlas.

Ponerlas sobre papel absorbente de cocina.

Servirlas calientes.


J. M. Occhi - 10 · Noviembre - 2016

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La croqueta es porción de masa hecha de una salsa densa como la bechamel y un picadillo de diversos ingredientes, que ha sido rebozada en huevo y pan rallado, y frita en abundante aceite. Esto le proporciona una textura crujiente y un color dorado. Generalmente son saladas, tienen forma ovalada y se sirven calientes como entremés o guarnición, aunque también las hay que son dulces y se sirven como postre. La croqueta moderna es de origen francés, aunque lo cierto es que la técnica de reaprovechar las sobras rebozándolas se remonta, por lo menos, a la Antigua Roma. En un principio consideradas una preparación «ordinaria», con el tiempo las croquetas se convirtieron en un plato tradicional de muchas cocinas en Europa, como la española, la italiana o la neerlandesa, y en América, como la cubana. WIKIPEDIA


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Es uno de los embutidos más tradicionales de la matanza del cerdo. Muy presente en diferentes cocinas regionales españolas, descubre algunas curiosidades sobre la morcilla, sus ingredientes, cuántas variedades hay y cómo cocinarlas. Tradicionalmente, la morcilla se ha asociado siempre con la matanza del cerdo. Se hacía para no desaprovechar nada del animal -ya sabes, 'del cerdo, hasta los andares'- y este embutido de origen humilde y popular suele formar parte de muchos de nuestros guisos más populares como los callos, los potajes, la fabada y los cocidos. También se hace a la parrilla, a la plancha o frita e, incluso, hay algunas variedades que se consumen en crudo.