• Plato de unos buenos garbanzos con acelgas y rehogado todo con beicon nos dará un primer plato sabroso y rápido si utilizamos las conservas, pero esto son naturales.
    • 500 g de garbanzos pedrosillano
    • , 500 g de acelgas
    • 3 tomates peras
    • ½ cebolla
    • 2 dientes de ajos
    • 100 g de beicon
    • Bicarbonato
    • Aceite de oliva
    • Agua para la cocción
    • Pimentón de la vera
    • Sal

Poner los garbanzos a remojo la noche anterior en agua con un poco de bicarbonato.

Lavar y quitar las hebras a las acelgas y cortarlas.

Lavar y pelar los tomates.

Meter en la olla los garbanzos lavados, las acelgas y los tomates cerrar y cocer el tiempo indicado.

Pelar y picar la cebolla y los ajos.

Picar el beicon en taquitos.

Sofreír en poco de aceite la cebolla y los ajos, añadir el beicon y dejar que se dore todo.

Retirar del fuego y añadir pimentón removiendo para que no se queme.

Abrir la olla una vez fría, comprobar el caldo y si hay demasiado retirar parte de él.

Incorporar el sofrito y dar un hervor y servir caliente.


J. M. Occhi - 08 · Mayo - 2021
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Los garbanzos son una de las primeras legumbres cultivadas en la historia de la humanidad. En Oriente Medio se han encontrado restos que tienen alrededor de 7.500 años. Es un arbusto que llega a medir hasta 50cm de altura. ... Cada vaina puede tener una o dos semillas de garbanzo. Estas leguminosas crecen a pleno rayo del sol o con un poco de sombra en lugares cálidos. Su ciclo es de aproximadamente 100 días para la cosecharlos.


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La acelga (beta vulgaris) deriva del celta y significa "roja", debido a las nervaduras y la raíz rojas. La acelga, también llamada hierba o acelga, en su especie original fue objeto de recogida de alimentos desde tiempos prehistóricos, extendiéndose de forma espontánea en las costas arenosas de la cuenca mediterránea. La planta era tan valiosa que las selecciones para obtener hojas más grandes comenzaron hace incluso tres mil años por los babilonios. Ya los etruscos y los romanos contaban varias variedades: una blanca, una roja y otra de finas costillas que daban vida a los platos betaceos de Apicio, tanto que los placenteros de la época los buscaban como guarnición de platos sustanciosos. Hoy encontramos acelgas presentes en todas las cocinas, utilizada habitualmente cocinadas