- 300 g de pistachos enteros o 100 g pelados y sin sal
- 1 diente de ajo
- 175 ml de aceite de oliva
- 40 g de queso Parmesano rallado
- Pimienta negra recién molida
- Sal
Pelar los pistachos, ponerlos en un bol con agua templada para retirarles la piel interior y secarlos.
Pelar el diente ajo y picarlo.
Pasar los ingredientes a la batidora, añadir el aceite y triturar hasta obtener una crema.
Añadir la sal y la pimienta recién molida, batir y comprobar de sal.
Batir hasta obtener la densidad deseada.
Meter en un bote de cristal y conservar en la nevera.
El queso se puede añadir al principio o a la hora de consumirlo y facilitar aquellos que no lo pueden consumir
J. M. Occhi - 21 · Noviembre - 2013