El salmón ahumado Es uno de los ingredientes más populares en nuestras mesas, especialmente en ocasiones especiales. Tiene orígenes muy antiguos y, como es fácil de entender, el proceso de ahumado era una elección obligada para conservar el pescado durante más tiempo. Originalmente, el salmón ahumado tenía el único propósito de prolongar su vida útil. Rastros de él se encuentran por primera vez en América del Norte, pero si tuviéramos que indicar la población que más ha puesto este producto en el centro de sus vidas entonces tenemos que llegar a los celtas. Tras la invasión de los romanos, el salmón también entró en la dieta del sur de Europa. También fue en esta ocasión cuando se acuñó su nombre, salmo salar: de hecho, salmo fue el nombre que le dieron los romanos, mientras que salar fue como lo llamaron los celtas. A partir de este momento, la técnica del ahumado del salmón se extendió por toda Europa llegando hasta Rusia. Noruega es el productor líder mundial de salmón ahumado que se puede encontrar en todo el mundo.

Aguacate El aguacate, una fruta conocida desde la antigüedad por sus propiedades afrodisíacas, ha sido recientemente muy valorada por sus propiedades beneficiosas y sus usos en el campo culinario. Los suaves y sabrosos frutos del aguacate ya formaban parte de la dieta de los mayas y aztecas en el año 5000 aC ; el nombre “ahuacato” deriva del lenguaje de este último, que significa “fruto del amor” Cuando los conquistadores españoles la trajeron a Europa se cuidaron de subrayar sus virtudes estimulantes, tanto que los sacerdotes católicos prohibían a sus ovejas en el confesionario. Se dice que el rey francés Luis XV era un gran admirador de él. Hablando de cocina, la receta más famosa es el guacamole de todas es la de la salsa. Hoy también se utiliza en infinidades de platos y sobre todo en ensaladas.